lunes, 26 de marzo de 2012




Poetas Ingleses del Siglo XIX

Introducción
‘’No existe nada bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así. ’’.-                                                                                            -                                                                                                                         -William Shakespeare
Con estas bellas y ciertas palabras de Shakespeare se abre paso a la cuestión que muchos de los grandes poetas y pensadores del siglo XIX se endilgaron la tarea de escudriñar e indagar; las vicisitudes de la percepción humana y el frágil y a la vez inquebrantable pensamiento humano en lo que a temáticas de moralidad y ética respectan.

Con esta breve introducción damos entrada al tema tratado que es Poetas Ingleses del Siglo XIX. Shakespeare es una clara influencia mundial en el arte de la poesía, haciendo énfasis en Inglaterra ya que era su país natal y más que nada sus obras escritas en su lengua materna. Pero dejemos de girar alrededor de él,  ya que hay muchos otros grandes poetas ilustres de esta mágica tierra Europea.       

En el siglo XIX hubo una gran revolución en el campo de las bellas artes y la literatura (que es el campo donde englobamos a la poesía) no fue la excepción. Más allá de los bolígrafos y plumas de ganso, que en aquel entonces los poetas utilizaban como signo de su profesión, existe un vasto mundo poético hecho de pensamientos, ideas, sentimientos e incluso criaturas inimaginables (como se puede apreciar en las obras de Carrol) en el que las mentes humanas han explorado e indagado por decenas de años.  

Hoy en día, estos versos han sobrevivido a los años y lo seguirán haciendo. A continuación aprenderemos un poco acerca de algunos nombres resaltantes de esta época en el campo literario, sus aportaciones y un poco de su vida.               








El primero de estos poetas es Lord Byron, un hombre que marcó el inicio de la revolución literaria del siglo XIX. Nació en Londres en el año de 1788. Lord Byron pertenecía a una familia de la aristocracia de su país y perdió a su padre a los tres años. Educado en el Trinity College de Cambridge, etapa en la que curiosamente se distinguió como deportista a pesar de tener un pie deforme de nacimiento, Lord Byron vivió una juventud amargada por su cojera y por la tutela de una madre de temperamento irritable. A los dieciocho años publicó su primer libro de poemas, llamado Horas de Ocio, y una crítica adversa aparecida en el Edimburgh Review provocó su violenta sátira titulada Bardos Ingleses y Críticos Escoceses, con la que alcanzo cierta notoriedad.

En 1809, al ser declarado mayor de edad, Lord Byron emprendió una serie de viajes en los que recorrió España, Portugal, Grecia y Turquía. A su regreso publicó, como memoria poética de su viaje, los dos primeros cánticos de La Peregrinación de Childe Harold, que le valieron rápidamente la fama. El héroe del poema, Childe Harold, parece basado en elementos autobiográficos, aunque sin duda recreados y aumentados para configurar lo que sería el típico héroe byroniano –al que él mismo trató de emular en su vida–, caracterizado por la rebeldía frente a la moral y las convenciones establecidas y marcado por una vaga nostalgia y exaltación de sentimientos, en especial el sufrimiento por un indeterminado pecado original.      

En 1815 se casó con Anna Isabella Mibanke, con quien tuvo una hija, Augusta Dada, aunque se separaron al cabo de un año. El personaje libertino y amoral que Lord Byron encarnaba frente a la sociedad terminó por volverse contra él, sobre todo a partir de los rumores sobre sus relaciones incestuosas con su hermanastra Augusta, por lo que terminó por abandonar el Reino Unido en 1816, para no regresar jamás y convertirse en poeta errante por Europa.     

Orientado cada vez más hacia la causa liberal, en 1823, a raíz de la rebelión de los griegos contra los turcos, Lord Byron reclutó un regimiento para la causa de la independencia griega, aportó sumas económicas importantes y se reunió con los insurgentes en julio de 1823 en Missolonghi. Murió de unas fiebres en esta misma ciudad poco después, a los treinta y seis años de edad.    




Ya que estamos adentrándonos en el mundo de la poesía pasemos a ver a otro grande de Londres. Percy Bysshe Shelley Poeta británico. Cursó estudios en Eton (1804-1810) y en el University College de Oxford, de donde fue expulsado (1811) por la publicación del libelo La Necesidad del Ateísmo. Ese mismo año, en Londres, se enamoró de una joven de 16 años, Harriet Westbrook, con quien, tras huir y casarse, vivió en el distrito de los Lagos, en York, en Irlanda y en el País de Gales, donde escribió su primer poema importante, La reina Mab (1813).   

De nuevo en Londres, conoció a W. Godwin, de cuyo pensamiento filosófico se declaró seguidor, y se enamoró de su hija Mary, con quien marchó al continente en 1814 y con quien casó en 1816, año en que publicó Alástor o el espíritu de la soledad y en que, durante una estancia en Suiza, conoció a Byron.

A su regreso en Londres, se enteró del suicidio de Harriet y perdió la tutela de los dos hijos que había tenido de su primer matrimonio. Aquejado de tisis, abandonó su país y en 1818 se instaló en Italia en compañía de Mary. Vivió en Milán, Lucca, Venecia, Nápoles y Florencia y escribió durante sus últimos cuatro años de vida sus obras maestras, el drama lírico Prometeo liberado (1819), la tragedia Los Cenci (1819), diversos poemas líricos (Oda al viento del Oeste, Oda a una alondra, La mimosa y la Oda a Nápoles), la elegía Adonais (1821), inspirada por la muerte de J. Keats, y el tratado La defensa de la poesía (1821).

Es uno de los principales poetas de la segunda generación de románticos ingleses. Su obra está impregnada de idealismo y de fe entusiasta en el futuro de la humanidad, pero también de melancolía ante las desdichas de la existencia; en ella desempeña un importante papel la naturaleza, concebida como vínculo entre el hombre y los valores absolutos.











Aunque los poetas ya citados tuvieron ideas en común y hasta se conocieron en persona, ahora veremos a un poeta con ideas diferentes a las ya vistas. John Keats. Poeta británico. La muerte de su padre y su humilde procedencia le llevaron a trabajar como practicante en casa de un cirujano, para ingresar más tarde como estudiante externo en el Guy’s Hospital de Londres (1815). Su afición a la lectura le descubrió el mundo de la poesía, en la que se inició bajo la influencia de Spenser. En casa de su amigo Leigh Hunt, crítico y poeta, conoció a Shelley, con quien trabó amistad.
Publicó su primer volumen de poemas en 1817 y, a pesar de su escaso éxito, decidió abandonar la cirugía para dedicarse sólo a la literatura. Al año siguiente apareció Endimión (1818), que fue mal recibida por la crítica. A su regreso a Londres, tras una temporada en la zona de los lagos y el oeste de Escocia, asistió a la muerte de su hermano, aquejado de tuberculosis, lo que le afectó profundamente.     
El propio Keats sufría la misma enfermedad; tras mudarse a casa de su amigo Charles Armitage Brown, en Hampstead, se enamoró de la hija de un vecino, Fanny Brawne, quien le inspiró la mayoría de sus poemas, recogidos en el volumen Lamia, Isabella, La víspera de Santa Inés y otros poemas (1820), que incluía sus mejores poemas: el inacabado Hiperión, sobre la mitología griega, y sobre todo su célebre serie de odas (Oda a un ruiseñor, Oda a una urna griega).
Su estado de salud se deterioró, por lo cual decidió embarcar con su amigo Severn hacia Nápoles, en lo que parecía la última posibilidad del poeta para sanar, aunque murió unos meses más tarde. Pese a tratarse del vate más joven de los grandes románticos británicos, es uno de los líricos más importantes en lengua inglesa. En 1848 aparecieron sus cartas y su diario, que completan una obra de excepcional pureza expresiva y admirable dominio poético en su aspiración por alcanzar la belleza absoluta.         







No obstante, las mujeres también jugaron un papel muy importante, y ahora veremos  a una poeta y escritora resaltante en el género Gótico. Ann Radcliffe. La reina de lo gótico, tal y como la llaman los aficionados al género, abandonó la literatura consumida por la melancolía en que la sumieron la pérdida de sus padres y la enfermedad degenerativa que se apoderó de su marido. Sorprende que la tristeza le llevara a dejar la pluma en lugar de a cogerla con más fuerza, presta a dar cuenta de sus tristezas. Pero sorprende más que una puritana, pues eso era Ann Radcliffe al igual que cualquier otra inglesa de su clase y de su época, alumbrara los horrores que alumbró en textos como "Los misterios de Udolfo" (1794) y "El italiano o el confesionario de los penitentes negros" (1797).        
Nacida en Londres, el 9 de julio 1764, fue la de miss Oates -Radcliffe era el apellido de su marido- una familia acomodada. Prósperos comerciantes, no faltaban entre ellos amantes de la cultura. Si bien la educación que procuraron a la joven quedó reducida a algunas nociones de arte y a otras de música, las aficiones de la muchacha a la lectura alimentaron su espíritu creador. Apunta Agustín Izquierdo en el prólogo a la última edición española de "El italiano" que, entre las obras favoritas de la joven Ann, siempre destacó "Macbeth". Ello podría explicar esa pasión de la autora por el tenebrismo.       
"Los misterios de Udolfo", primera de las obras maestras de Radcliffe, ve la luz en 1794. En ella se nos propone la triste experiencia de Emilia de St. Aubert. Es ésta una bella gascona, huérfana y tutelada por una cruel tía casada con un siniestro italiano, el señor Montoni. Para apartar a la joven de Valancourt, su amor, sus tutores la recluirán en el castillo de Udolfo, tétrica fortaleza de los Apeninos donde la autora pondrá en marcha en marcha toda la terrorífica imaginería gótica o, si el lector lo prefiere, romántica.
Para desgracia de los aficionados al género, tras la publicación de "El italiano...", su autora deja la pluma. Únicamente volverá a cogerla en el otoño de sus días para escribir "Gastón de Blondeville". Será una ficción ambientada en la Edad Media, más cerca de la novela histórica que de la gótica, de publicación póstuma. Ann Radcliffe, cuyo talento hace que olvidemos sus muchos prejuicios ante el mundo latino, murió en Londres, el 7 de febrero de 1823.


Por último haremos mención a un gran escritor y poeta. En sus escritos relataba aventuras de criaturas inimaginables y cuentos que sobrepasan las leyes de la física y la imaginación humana. Lewis Carroll. Lógico, matemático, poeta, fotógrafo y novelista británico. Tras licenciarse en el Christ Church (1854), empezó a trabajar como docente y a colaborar en revistas cómicas y literarias, adoptando el seudónimo por el que sería universalmente conocido. En 1857 obtuvo una plaza como profesor de matemáticas, y cuatro años después fue ordenado diácono.
En 1862, en el curso de uno de sus paseos habituales con la pequeña Alice Liddell y sus dos hermanas, hijas del deán del Christ Church, les relató una historia fantástica, «Las aventuras subterráneas de Alicia». El libro se publicó en 1865, con el título de Alicia en el país de las maravillas; él mismo costeó la edición, que fue un éxito de ventas y recibió los elogios unánimes de la crítica, factores que impulsaron a Carroll a escribir una continuación, titulada A través del espejo y lo que Alicia encontró allí (1871).
La peculiar combinación de fantasía, disparate y absurdo, junto a incisivas paradojas lógicas y matemáticas, permitieron que las obras se convirtieran a la vez en clásicos de la literatura infantil y en inteligentes sátiras morales, llenas de apuntes filosóficos y lógicos, aunque naturalmente para un público adulto y atento.  
Por otra parte, han sido objeto de diversas especulaciones las tendencias sexuales de Carroll, sobre todo en lo referente a sus numerosas amistades con niñas, a las que gustaba de fotografiar en las poses más variadas, ataviadas con multitud de vestimentas, e incluso desnudas.
Escribió también poesía, campo en el que destaca en su producción el poema narrativo La caza del snark, plagado también de elementos fantásticos. Además de diversos textos matemáticos, fue autor de trabajos dedicados a la lógica simbólica, con el propósito explícito de popularizarla, en los cuales apunta su inclinación por explorar los límites y las contradicciones de los principios aceptados.    





Conclusión
Como podemos notar, Inglaterra es un país de donde han surgido grandes personajes en el ámbito literario. Los diversos temas tratados en el siglo XIX dieron a este una revolución y por ende crearon nuevos géneros y fortalecieron sus bases para los futuros poetas, escritores y literatos que surgieron en el siglo XX. Edgar Allan Poe y H.P Lovecraft son claros ejemplos de la descendencia de estos escritores en el ámbito gótico, por ejemplo, y los versos y relatos macabros con criaturas de fuera de este mundo.
Cabe mencionar que el impacto obtenido fue a nivel mundial y no solo en Inglaterra, lo cual debemos considerar como algo grande ya que en el siglo XIX no contábamos con la tecnología ni las maravillas de la comunicación que hoy en día gozamos y en ese entonces la comunicación y difusión mundial era algo extraordinario.    
Incluso podemos decir que muchas de las grandes obras de arte, no solo en el ámbito de la poesía, también se han abierto campo en otros campos de las bellas artes. Que hubiera sido el éxito taquillero de Alicia en el país de las maravillas sin la obra brillante de Carroll, o a las miles de personas  que se atemorizaron al pensar en el hombre vampiro Drácula y que detrás de él estaba la gran obra maestra de Bram Stoker.
Sin duda alguna al momento de practicar la lectura debemos incluir unos cuantos versos de poetas ingleses así como su literatura en general, llena de sabiduría y a la vez de magia de aquellos grandes pensadores y escritores que deleitaron al mundo y fueron inmortalizados por sus obras maestras.     

Imagen 1:

Imagen 2: http://www.google.com.mx/imgres?um=1&hl=es&sa=N&rlz=1C1ECBB_esMX465MX479&biw=1440&bih=756&tbm=isch&tbnid=gMhXaQVkXDSP8M:&imgrefurl=http://www.juandevallejo.org/franajarnaiz/poesia.html&docid=jshdFNFd9M33TM&imgurl=http://www.juandevallejo.org/franajarnaiz/Santillana%252520-%252520Entre%252520amigos-%252520Banco%252520de%252520actividades-%252520Biblioteca%252520de%252520aula%252520viva_archivos/grandes_poetas_imagem1%25255B1%25255D.jpg&w=430&h=390&ei=KJWET7aBJ4Gc8QSauYSlCA&zoom=1&iact=rc&dur=1&sig=115211928911166793672&page=1&tbnh=163&tbnw=175&start=0&ndsp=18&ved=1t:429,r:1,s:0,i:131&tx=51&ty=59








Referencias
3. http://www.biografiasyvidas.com/biografia/k/keats.htm
5. http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/carroll.htm

Presentacion